Exposición de obras visuales de jóvenes escolares en Chile: colapso de la identidad, pesadillas del Antropoceno, y retorno a la naturaleza.

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Este miércoles 3 de mayo se lanza en el Centro Cultural Espacio Matta la muestra AVANTI que, en su séptima versión, ofrece a los visitantes una selección de obras que formaron parte del Festival Interescolar que lleva el mismo nombre y cuyo objetivo es potenciar el desarrollo y la promoción de una educación artística de calidad.

El Festival Interescolar AVANTI congrega a estudiantes de todo Chile entre 14 y 18 años. El proyecto es una iniciativa de la Fundación AVANTI y constituye una de las más esperadas y valoradas experiencias formativas para artistas escolares en el país, toda vez que su objetivo es profesionalizar la muestra de las obras y llevarlas a grandes teatros, galerías y centros culturales.

Quienes participan también son parte de conversatorios sobre los procesos creativos, comentarios con el jurado y talleres gratuitos. El año pasado se inauguró la categoría de Artes Visuales, que invitó a jóvenes artistas de todo el territorio para exponer sus trabajos en el Centro Cultural Estación Mapocho por dos semanas de octubre. Ahora, en la Extensión del Festival AVANTI, la exposición de artes visuales 2022 continúa abriéndose a nuevos públicos y lugares de exhibición: desde el 3 al 15 de mayo en Espacio Matta, y luego del 22 de mayo al 2 de junio en el Centro Cultural de Quilicura. 

La exposición cuenta con 30 proyectos de ilustración, grabado, fotografía y collage de distintos establecimientos educacionales, seleccionados a partir de una convocatoria abierta. Ocho de estos trabajos fueron premiados luego de una votación popular que recibió 1200 respuestas. Aunque la temática de la convocatoria de artes visuales haya sido libre, las preocupaciones, pulsiones e intereses de las, los y les jóvenes se hicieron patentes en sus obras, que podrían resumirse en tres: pesadillas del Antropoceno, retorno a la naturaleza y colapso de la identidad. Por una parte, varias obras encarnan el miedo y la desesperanza ante la idea de que la vida, tal y como la conocemos, podría llegar a su fin por culpa de la humanidad: así, aparecen varias personificaciones de la muerte, esqueletos, calaveras, demonios, criaturas de miradas vacías y figuras exterminadoras, así como personas y animales heridos en el abandono. Son los monstruos y los paisajes de las pesadillas del Antropoceno. Como respuesta al mismo problema, hay obras —mucho más luminosas— que proponen un retorno a la naturaleza y un cuidado de la biodiversidad: jóvenes inocentes amantes de las flores, mecidos por la brisa, abrazados a animales; o incluso personas convirtiéndose en plantas y viceversa. Sería la reconciliación de lo humano con la naturaleza, ya no vista como un otro. En ese sentido, es interesante la propuesta colectiva del Colegio Cumbres del Choapa (IV región), que rescata y sintetiza la morfología del río Choapa y sus aguas, cada vez más escasas, en una serie de grabados.

Por otra parte, muchos de los trabajos se centran en la búsqueda de la identidad y en el aparente fracaso de encontrarla, o bien, en la proliferación de múltiples y contradictorias realidades. Los autorretratos y retratos muestran cuerpos que se desdoblan o se derriten, órganos que se multiplican, y personas que se fragmentan y fusionan de distintas maneras. Es un juego donde la realidad es completamente editable, capaz de reordenar de infinitas posibilidades. Lo mismo sucede con las representaciones de espacios, pues son multidimensionales y maleables. El discurso es claro: las categorizaciones imperantes de género, sexo, etnia, nacionalidad eincluso especie están siendo dinamitadas.

Todas estas obras podrán ser visualizadas en Espacio Matta, del 3 al 15 de mayo, en el marco de la Extensión del Festival AVANTI.